lunes, 30 de junio de 2008

Ricardo Menéndez Salmón

Ahora es el gran tiempo, río arriba, de los ilustres salmones. La «horda plateada» remonta las aguas de sus ríos natales para desovar. Las mayores abadías y las mejores canonjías de Occidente se preparan para recibir diezmos y primicias. Y siento no estar en la Espiñeira, donde mi dulce Masma natal —más hermoso, más verde, más lento que el Avón— se encuentra con el mar. El salmón del Masma es fino, más prieto de carnes. Mis señores obispos lo gustaban bien empanado.

 Álvaro Cunqueiro  «Historia de los salmones para contar en abril», en La cocina cristiana de Occidente, Barcelona: Tusquets Editores, 1991. p. 94

domingo, 22 de junio de 2008

¿Nueva York?


No, libros en cajas en un almacén de Amazon
(Foto: Reuters/ El País)

miércoles, 18 de junio de 2008

Uso y mención

A D. Eduardo Larequi, animus iocandi
La distinción entre uso y mención es fundamental. Fue ya barruntada por algunos escolásticos en la llamada teoría de las suposiciones. Entre éstas había, en efecto, dos que nos interesan aquí particularmente: la llamada suposición formal (suppositio formalis) y la llamada suposición material (suppositio materialis). Se decía que una expresión estaba en suppositio formalis cuando se refería a la entidad, tal como en:
Homo currit.
Se decía que una expresión estaba en suppositio materialis cuando se refería al nombre de la entidad, tal como en:
Homo est disyllabus
De hecho, hubiera debido escribirse, según nuestra convención:
'Homo' est disyllabus.
Los escolásticos, sin embargo, aunque conocedores de la distinción entre el uso y la mención, no adoptaron ningún expediente en la escritura de los signos, se fiaban del contexto para descifrar en qué suppositio eran tomados cada una de las partículas o de los enunciados.
En nuestra actual terminología, la distinción entre uso y mención está basada en la llamada teoría de la jerarquía de lenguajes (…). Consiste esta teoría en distinguir entre un lenguaje, usualmente llamado objeto lenguaje, y el lenguaje de este lenguaje, usualmente llamado metalenguaje. El metalenguaje es el lenguaje en el cual hablamos acerca del objeto-lenguaje. Para hablar de un lenguaje necesitamos, en efecto, siempre otro lenguaje. Si escribimos:
'Los cuerpos son pesados' es verdadero,
tenemos una expresión en la cual 'es verdadero' es afirmado de 'los cuerpos son pesados'. 'Es verdadero' pertenece, pues, a un metalenguaje: el metalenguaje del objeto lenguaje de la física en el cual se enuncia que todos los cuerpos son pesados. El objeto-lenguaje es siempre un lenguaje inferior al metalenguaje. Sin embargo, 'inferior' no debe entenderse aquí en un sentido valorativo; designa simplemente el lenguaje del cual se habla y especifica su posición en el universo del discurso. El objeto-lenguaje lo es, en efecto, sólo con relación al metalenguaje, y éste sólo con relación a aquél. Por otro lado, un metalenguaje se llama inferior con respecto a otro metalenguaje en que se habla de él. Así, el metalenguaje al cual pertenece el enunciado:
'Sauce' es una voz en el idioma español
es inferior al metalenguaje al cual pertenece el enunciado:
'Sauce' es una voz en el idioma español' es verdadero.
La serie de metalenguajes es, por lo tanto, infinita. Con el fin de evitar la reduplicación de `meta' antepuesto a 'lenguaje' —metalenguaje, meta-metalenguaje, etc.— suele usarse el índice 'Ln.'. Así, dado un lenguaje cualquiera, Ln, 'Ln+1 indica su metalenguaje, Ln+2 el metalenguaje de ese metalenguaje, y así sucesivamente.

Del hábito vicioso

P. ¿Qué es hábito vicioso, o de pecar?
R. Que es: Facilitas quaedam orta ex repetitis actibus vitiosis ad similes actus vitiosos. Se distingue del pecado habitual, en que esto se produce por un solo pecado mortal, y para la producción de aquel se requieren muchos y repetidos. Se distingue también, en que el pecado habitual es incompatible con la gracia, siendo grave, y el hábito vicioso aunque lo sea, no es incompatible con ella, como se ve en el hombre vicioso, cuando hace un acto de contrición perfecta, o recibe el Sacramento de la Penitencia con atrición sobrenatural, al cual, aunque se le quiten todos los pecados mortales, no los hábitos viciosos, que piden muchos actos contrarios para disiparse, o continuada cesación de los que lo causaron. Se distingue también el hábito vicioso de la ocasión próxima; porque ésta se tiene cum aliquo extrinseco, y aquél puede uno tenerlo consigo mismo.
P. ¿Es pecado el hábito vicioso? R. Que el hábito vicioso, así como la costumbre, puede considerarse de cuatro maneras. 1. Active et infieri. 2. Formaliter. 3. Concomitanter. 4. Consequenter. De la primera manera es lo mismo que la repetición de los actos pecaminosos, mediante los cuales se engendra el hábito, o costumbre de pecar. De la segunda, es el mismo hábito engendrado, el cual no es pecado, así como no lo es la potencia de pecar. La tercera contiene una voluntad de no expeler el hábito vicioso, lo cual es nuevo pecado. La cuarta denota los pecados que se siguen del mal hábito adquirido. Esto supuesto.
R. Que el hábito vicioso no es en sí formalmente pecado, pero lo es el no procurar expelerlo; lo son los actos que lo engendran, y los que son efectos de él; y así el penitente, siendo el hábito gravemente malo, debe declarar en la confesión, si los pecados proceden de alguna mala costumbre, o de algún mal hábito.

Del dominio

A. D. Eduardo Larequi


P. ¿Qué es dominio?
R. Que es: Facultas utendi re in omnes usus lege permissos, ad suum conmodum. Hablamos del dominio de propiedad. Dícese este facultas; y en esto conviene con la posesión ut propria, esto es; no en nombre de otro, quoad omnes usus; en lo que se diferencia del uso nudo, y del usufructuario, que no puede enajenarla: lege permissos; porque el uso contra las leyes, más que uso, debe llamarse abuso. Este dominio se divide en espiritual, cual es el que se tiene de la gracia y gloria; y en natural, como el que tiene el hijo en los bienes heredados de su padre. Divídese también en eclesiástico y civil. El primero se halla acerca de los beneficios, y otros oficios eclesiásticos, y el segundo se adquiere por la prescripción según derecho civil.
Se divide asimismo el dominio de propiedad en alto y humilde. Aquél se halla en el Príncipe Supremo para disponer de sus súbditos en orden al bien común, y éste lo goza cualquier particular en sus propios bienes. Se subdivide el dominio humilde en pleno o perfecto, y en semipleno o imperfecto. Será perfecto, cuando el que lo tiene puede disponer de la substancia de la cosa juntamente con sus frutos en beneficio propio; e imperfecto, cuando el dominio directo y útil no se halla en un mismo sujeto, sino en uno la utilidad y en otro el dominio; o cuando son muchos los dueños de la cosa, o ésta se ha de dividir entre muchos. El que posee un mayorazgo es verdadero dueño de él, y así tiene verdadero dominio en él; porque aunque no pueda enajenarlo, puede usar de él ad omnes usus lege permissos. La propiedad de las cosas no se introdujo en el mundo por derecho natural, sino por el de gentes, aunque ella sea muy conveniente para la común paz y tranquilidad de los hombres, atenta su condición y fragilidad. Véase S. Tom. 2. 2. q. 66. art. 1.
P. ¿Qué es translación de dominio, y de cuántas maneras puede hacerse?
R. Que es: Transmissio rei ab eo, qui legitime possidet, in alterum, qui incipit esse dominus; lo cual se hace, o entregando la cosa, o su título, que es el fundamento sobre que estriba el dominio. Tres son las causas de esta translación, es a saber; la voluntad de Dios ciertamente conocida; la expresa del poseedor del dominio; y la del Príncipe o Legislador, que mediante las leyes transfiere el dominio de uno en otro.

martes, 17 de junio de 2008

Esto otro no es una pipa

“Arroyos de truchas, nudo de víboras”

<http://micenton.wordpress.com/2008/03/30/arroyos-de-truchas-nudos-de-viboras/ > es un fragmento de La carretera, de Cormac Mcarthy, pero, llevado por la pereza, no lo transcribí de mi ejemplar; lo copié del artículo de D. Eduardo Larequi, “Devastación y esperanza para la ciencia ficción”, publicado en el número 7 de la revista Hélice <http://www.revistahelice.com/revista/Helice_07.pdf>, a la que llegué leyendo el blog de D. Eduardo Larequi, concretamente su crítica “La carretera, de Cormac McCarthy” <http://www.labitacoradeltigre.com/2008/01/10/la-carretera-de-cormac-mccarthy/>, en la que cuenta que “Ayer (no ayer en relación con hoy, sino el 9 de enero de 2008) terminé (D. Eduardo Larequi, no yo) una larga crítica de La carretera, la novela de Cormac McCarthy ganadora de la última edición del Premio Pulitzer para obras de ficción. Si todo va bien, mi trabajo (el suyo, el de D. Eduardo Larequi) se publicará en el próximo número de la revista Hélice, en la que colaboro (D. Eduardo Larequi, no yo) con cierta regularidad y cuyos cinco primeros números (la aparición del sexto coincidió con alguna otra ocupación y no me dio tiempo a completar la correspondiente reseña), he comentado (escribe D. Eduardo Larequi) en este blog”, amparado (añado yo, Micenton) por la licencia Creative Commons Attribution-Noncommercial-Share Alike 2.5 Spain License .

Sólo el título “Arroyos de truchas, nudo de víboras” es mío.

lunes, 16 de junio de 2008

El Tropezón










“El Tropezón”, en el río Paraná de las Palmas y Canal La Serna (Islas de San Fernando en el Delta del Paraná)

Esto no es una pipa

Don Eduardo Larequi nos exige que señalemos lo obvio: que la “Aventura: el corazón de las tinieblas” <http://micenton.blogspot.com/2008/06/aventura.html> la escribió él.

Por si el lector no lo había advertido (en el texto hay más de media docena de enlaces activos a la página <http://www.labitacoradeltigre.com/>, “una criatura que ya tiene tres añitos”
<http://www.labitacoradeltigre.com/2008/04/10/la-criatura-ya-tiene-tres-anitos/>, digámoslo una vez más: esto no es una pipa, es una aventura original escrita el 20 de mayo de 2008 por el Sr. Larequi bajo el título “Se pasó el susto” <http://www.labitacoradeltigre.com/2008/05/20/se-paso-el-susto/>), continuación de “Vaya susto” <http://www.labitacoradeltigre.com/2008/05/18/vaya-susto/> y amparada por la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-Noncommercial-Share Alike 2.5 Spain License

Dicho queda

viernes, 13 de junio de 2008

84, Charing Croos Road

El comienza de una historia más conmovedora que la de Firmin


miércoles, 11 de junio de 2008

Despedida

El silencio en el momento de la ejecución y el que siguió después, un silencio sólo subrayado por el golpe regular del agua contra el casco o el aleteo de la vela, debido a que los ojos del timonel se habían desviado hacia otra parte, este enfático silencio se vio gradualmente interrumpido por un sonido difícil de describir con palabras. Quienquiera que haya oído la avenida de un torrente crecido repentinamente por las lluvias en las montañas tropicales, en chaparrones no por los llanos; quienquiera que haya escuchado el primer murmullo sordo de su enlodado avance a través de los bosques escarpados, puede formarse alguna idea de lo que fue el sonido que entonces se oyó. La aparente lejanía de su punto de origen se debió a que era un murmullo no distinguible claramente, pues provenía de muy cerca, incluso de los hombres apretujados en la cubierta del barco. Por ser inarticulado, su significado resultaba dudoso y parecía indicar alguna caprichosa agitación repentina del pensamiento o el sentimiento, como las que manifiestan las turbas en tierra. En el caso actual, quizás implicara una malhumorada revocación de parte de los marineros de su involuntario eco a la bendición de Billy. Pero antes de que el murmullo tuviera tiempo para transformarse en clamor, le salió al paso una orden estratégica, más elocuente por llegar con inesperada brusquedad:

-Dé orden de descanso a la guardia de estribor, contramaestre, y preocúpese de que se vayan.
(…)
Todo el procedimiento que sigue a una sentencia de muerte dictada a bordo por un consejo de guerra se caracteriza por una imperceptible prontitud rayana en el apuro. La hamaca, la que había sido de Billy en vida, ya había sido lastrada con municiones y preparada para servirle de ataúd de tela. Rápidamente quedaron completados los últimos oficios de los encargados de los funerales en el mar: los ayudantes del velero.
Cuando todo estuvo dispuesto, se hizo una segunda llamada a la tripulación, necesaria por el movimiento estratégico antes mencionado, para que presenciara el funeral.
No es preciso dar detalles de esta formalidad final. Pero cuando la plancha inclinada dejó deslizar su carga al mar, se escuchó un segundo y extraño murmullo humano, mezclado esta vez con otro sonido inarticulado proveniente de algunas grandes aves marinas, cuya atención había sido atraída por la peculiar conmoción de las aguas debido a la pesada y angulada zambullida de la lastrada hamaca en el mar, que volaron chillando hacia ese punto. Se acercaron tanto al casco que se pudo oír el huesudo y estridente crujido de sus finas alas biarticuladas. Y cuando el barco se alejó, impulsado por el viento suave, dejando el lugar de la sepultura a popa, siguieron girando en círculos muy bajos, con la sombra móvil de sus alas extendidas y el estruendoso réquiem de sus graznidos.

sábado, 7 de junio de 2008

Cunqueiro

No busco nada con este libro, ni siquiera la veracidad última de un gesto, aun cuando conozco el poder de revelación de la imaginación. Cuento como a mí me parece que sería hermoso nacer, madurar y navegar, y digo las palabras que amo, aquellas con las que pueden fabricarse selvas, ciudades, vasos decorados, erguidas cabezas de despejada frente, inquietos potros y lunas nuevas. Pasan por estas páginas vagos transeúntes, diversos los acentos, variados los enigmas. Canto, y acaso el mundo, la vida, los hombres, su cuerpo o sombra miden, durante un breve instante, con la feble caña de mi hexá­metro.

Al atardecer, del ferial bajo a la ciudad. Me gusta bajar por Santo Domingo, luego por Batitales al pie de las Concepcionistas… Al llegar a la Peña de Francia me detengo: un instante he creído que hacían música en la casa de los Luaces. ¿Es Pacheco que toca a Rossini en el pianoforte? ¿O es que en el silencio de la ciudad y de la tarde de otoño, mana en la ciudad una fuente musical y eterna? Sobre la fina línea rossiniania, se quiebran ahora las campanas de la Catedral y cuando llego a la plaza, me encuentro, sin saberlo, en el final apasionado de una deliciosa y sentimental fantasía. Tiene un nombre oscuro y vago: Mondoñedo.

Colofón

Este primer volumen de las Obras Literarias en Castellano de Álvaro Cunqueiro
ha sido compuesto e impreso en lostalleres de Cofás, Artes Gráficas (Madrid).
La encuadernación se hizo en los talleres de Felipe Méndez (Madrid).
Se terminó de imprimir en febrero de 2006.
La tirada consta de 1000 ejemplares numerados en arábigo.

martes, 3 de junio de 2008

Cuestión de elección

Los más de nosotros nos hemos descubierto en un momento u otro cierta disposición a perdernos por el mal camino. ¿Y qué hemos hecho, en nuestro orgullo y cobardía? Echando miradas furtivas y aguardando el momento oscuro hemos enterrado nuestro descubrimiento discretamente, para seguir luego en la misma dirección de antes y en esa senda tan transitada, que no tuvimos el valor de dejar y que ahora, más claramente que nunca, advertimos que no es sino el largo camino que lleva a la tumba.

Aventura (2)

Tomé pasaje en un pequeño vapor. El capitán era sueco, y cuando supo que yo era marino me invitó a subir al puente. Era un joven delgado, rubio y lento, con una cabellera y porte desaliñados. Cuando abandonamos el pequeño y miserable muelle, meneó la cabeza en ademanes despectivos y me preguntó: '¿Ha estado viviendo aquí?' Le dije que sí. 'Estos muchachos del gobierno son un grupo excelente', continuó hablando el inglés con gran precisión y considerable amargura. 'Es gracioso lo que algunos de ellos pueden hacer por unos cuantos francos al mes. Me asombra lo que les ocurre cuando se internan río arriba.' Le dije que pronto esperaba verlo con mis propios ojos. '¡Vaya!', exclamó. Luego me dio por un momento la espalda mirando con ojo vigilante la ruta. 'No esté usted tan seguro. Hace poco recogí a un hombre colgado en el camino. También era sueco.' '¿Se colgó? ¿Por qué, en nombre de Dios?', exclamé. Él seguía mirando con preocupación el río. '¿Quién puede saberlo? ¡Quizás estaba harto del sol! ¡O del país!'
"Al fin se abrió ante nosotros una amplia extensión de agua. Apareció una punta rocosa, montículos de tierra levantados en la orilla, casas sobre una colina, otras con techo metálico, entre las excavaciones o en un declive. Un ruido continuo producido por las caídas de agua dominaba esa escena de devastación habitada. Un grupo de hombres, en su mayoría negros desnudos, se movían como hormigas. El muelle se proyectaba sobre el río. Un crepúsculo cegador hundía todo aquello en un resplandor deslumbrante. 'Ésa es la sede de su compañía', dijo el sueco, señalando tres barracas de madera sobre un talud rocoso. 'Voy a hacer que le suban el equipaje. ¿Cuatro bultos, dice usted? Bueno, adiós.

lunes, 2 de junio de 2008

Aventura

Tal como auguraba al final de mi artículo del domingo, he aprovechado la coyuntura de la actualización fracasada a WordPress 2.5.1 para hacer una instalación limpia de la nueva versión e incluir en ella el contenido ya existente en la bitácora. Armado de paciencia y del procedimiento de exportación-importación que he descrito en varios artículos (el último el titulado Más sobre la exportación e importación de blogs en WordPress), me he lanzado a la tarea de ventilar el blog y deshacerme de la materia muerta y las excrecencias acumuladas en sus tres años de existencia. El procedimiento que he seguido consta de los siguientes pasos:
1. Exportar el contenido del blog original. El resultado es un fichero XML, con el formato WordPress eXtended RSS (RSS ampliado de WordPress) o WXR, que contiene todas las entradas, comentarios, campos personalizados, categorías y etiquetas del blog.
2. Exportar los enlaces del blogroll a un fichero XML. Los interesados en saber cómo hacerlo pueden consultar el artículo De WordPress a WordPress y tiro porque me toca.
3. Crear una nueva base de datos, subir a un directorio provisional todos los archivos de WordPress 2.5.1 y proceder a una instalación limpia contra dicha base de datos. Con ello se asegura que la base de datos con la que se va a trabajar mantiene la codificación y cotejamiento adecuados (UTF, por defecto) y se consigue una tabla wp_options tan limpia como resulta humanamente posible.
4. Importar el fichero XML de contenido desde el nuevo blog. Téngase en cuenta que, al hacerlo, todos los IDs de entradas, comentarios, categorías y etiquetas se reordenan. En la mayoría de los casos esto no tiene mucha importancia (de hecho, es ventajoso), pero puede afectar al resultado de ciertos plugins o widgets.
5. Importar el fichero XML con los enlaces del blogroll desde el nuevo blog. Conviene saber que, tras efectuar la importación, hay que recategorizar los enlaces, es decir, adscribirlos a las categorías correspondientes. Mi blog tenía unos sesenta enlaces, así que no me costó mucho; quien tenga doscientos, ya sabe lo que le espera.
6. Añadir todos los plugins necesarios (más de veinte, en mi caso) y configurarlos adecuadamente. Esta es una tarea larga y tediosa que hay que realizar con cuidado y atención, porque no sólo se trata de subir, activar y configurar los complementos, sino de integrarlos correctamente en la plantilla del blog y en sus barras laterales (he aprovechado para actualizar la plantilla e instalar la versión 2.0.5 del tema Tarski; por cierto, mientras escribía estas líneas me he enterado de la publicación de la versión 2.1, que tendré que examinar a fondo, pues trae novedades muy interesantes). En todo caso, la revisión de plugins y plantillas constituye una oportunidad estupenda para replantearse qué extensiones son auténticamente necesarias, y de cuáles se puede prescindir. En mi caso, la actualización a WordPress 2.5.1 me ha permitido librarme de varios plugins que ya no son necesarios o que son incompatibles con la nueva versión de la aplicación.
7. Comprobar exhaustivamente la funcionalidad del nuevo blog. Para ello he navegado una y otra vez por el frontend y el backend como usuario administrativo y como usuario no registrado y me he esforzado en escudriñar con lupa todos los escondrijos de la bitácora. A pesar de mis esfuerzos, seguro que se me ha pasado algún rinconcito por alto. Si alguien lo descubre, le agradeceré que me avise.
8. Borrar los archivos y directorios del blog antiguo y mover el nuevo blog desde su directorio provisional a la ubicación definitiva. Atención: este es un paso absolutamente esencial, que hay que planificar y realizar con todo el cuidado del mundo, porque si se comete algún fallo puede dar al traste con el proceso de migración. En mi caso, el movimiento de archivos es más fácil que en una instalación estándar de WordPress, porque yo alojo todos mis documentos e imágenes fuera del directorio /wp-content, y no utilizo nunca el sistema integrado de subida de archivos de la aplicación.
9. Mediante el PHPMyAdmin, modificar los valores de la tabla wp_options que apuntan a la dirección provisional (por ejemplo, http://www.labitacoradeltigre.com/nuevo), de forma que apunten a la antigua (http://www.labitacoradeltigre.com). Esto afecta a dos registros de la citada tabla, siteurl y home.
10. Entrar en el interfaz de administración del blog y regenerar la estructura de enlaces permanentes o permalinks. En este paso me he quedado atascado durante un buen rato, porque el nuevo .htaccess no funcionaba, hasta que me he dado cuenta de que el antiguo tenía una línea adicional para permitir que las reglas de redirección de WordPress actuaran en mi cuenta de alojamiento. Ha sido añadir esa línea, actualizar el navegador, y listo.
Este procedimiento, sin duda laborioso, tiene algunas ventajas indiscutibles. Para empezar, permite conservar todo el contenido del blog y, en cierta manera, ordenarlo y “comprimirlo” en nuevas tablas, de un tamaño algo menor que las anteriores y por tanto más funcionales. En segundo lugar, la reinstalación del blog permite limpiar la tabla wp_options, que en un blog de tamaño medio puede llegar a acumular con el tiempo miles de registros inservibles. Por último, la nueva instalación aprovecha todas las funcionalidades de la última versión de WordPress. De todas ellas, la que más me ha gustado ha sido la actualización automática de plugins, que funciona con singular eficacia en aquellas extensiones que están preparadas para ello.
No obstante, la reinstalación seguida de la importación del contenido del blog antiguo no está libre de problemas. Por ejemplo, tal como señalé en Más sobre la exportación e importación de blogs en WordPress, la importación no conserva los valores adecuados en el campo comment_count de la tabla wp_posts; yo creía que este fallo afectaba a todas las entradas, pero me he dado cuenta de que no es así. Por alguna razón que no consigo comprender, algunas entradas conservan la información correcta sobre el número de comentarios asociados, pero otras no. Una consulta SQL a mi base de datos me ha permitido saber que sólo tengo que retocar manualmente un par de cientos de entradas (lo iré haciendo en los próximos días), lo que no deja de ser un magro consuelo. Por otra parte, la reordenación de los IDs de distintas tablas (entradas, comentarios, etiquetas, categorías) afecta, como ya he dicho, a los plugins y widgets que identifican esos elementos a partir de sus identificadores. En mi caso, no he visto ningún plugin afectado, pero sí varios widgets programados “a mano”, cuyo código me he visto obligado a retocar.
Ahora mismo, y tras un arduo trabajo de fin de semana, La Bitácora del Tigre es funcional al menos en un noventa por ciento. Me quedan, no obstante, algunas tareas que habré de completar en los próximos días, a saber:
Instalar ciertos plugins. Entre ellos, FAlbum, que era el que permitía acceder desde el blog a las fotos de mi cuenta de Flickr, pues no sé todavía si es compatible con WordPress 2.5.1 y la versión 2.1 de Tarski. Tampoco he instalado el plugin Organize Series, que aunque sea compatible con la nueva versión de la aplicación modifica la estructura de la base de datos, razón por la cual he preferido aplazar su instalación.
Buscar un nuevo repositorio multimedia para los archivos de audio que hasta la fecha formaban parte esencial de la sección de podcasts. Al comprobar algunos artículos de esta sección me he dado cuenta de que los MP3s, hasta la fecha alojados en MediaMax, eran inaccesibles. Al parecer, este servicio ha desaparecido o se ha transmutado en otro, de fiabilidad dudosa. Mientras la compruebo y, por si acaso, voy buscando otro alojamiento, lamento decir que la sección de podcasts se quedará sin la música que era su auténtica razón de ser. Vayan por delante mis disculpas a los aficionados a la música de cine.
Revisar entradas, a la caza y captura de gazapos de estilo, caracteres erróneos sobrevivientes a los últimos avatares del blog y otros pequeños fallos.
Addenda del 24-V-2008
Tras la reinstalación y limpieza del blog he hecho algunos cambios. El más importante, la sustitución del plugin FAlbum por Slickr Gallery, una extensión más sencilla de administrar y menos exigente en términos de ocupación de la base de datos, pues la caché de las páginas visitadas se realiza sobre uno de los subdirectorios de instalación del plugin.
Aunque con otra técnica y mayor despliegue de efectos en AJAX, el nuevo plugin hace, más o menos, lo mismo que el antiguo: integrar las galerías de fotografías de una cuenta en Flickr con la página de fotos del blog.
Addenda del 30-V-2008
He actualizado el plugin WP-PostViews a la versión 1.30. Además, he reseteado el contador de visitas para que empiece por 0, porque en las últimas semanas había notado algunas incongruencias bastante alarmantes en las cifras de visitas. Con la nueva versión, pueden excluirse los impactos del administrador del blogs y de los robots de búsqueda, lo cual contribuye a tener una visión más ajustada a la realidad.